Mayo, mes de María

MAYO, MES DE LA VIRGEN MARÍA.

El mes de Mayo, se ha consagrado tradicionalmente a la Madre de Dios. Es costumbre que durante todos los días, se realice el llamado Ejercicio del Mes de las Flores, donde cada día, junto con la flor que se coloca a Sus plantas, le ofrezcamos a la Virgen algo de nuestro ser, algo que nos cueste realizar, un trabajo, una promesa... Igualmente, aprendemos con este Ejercicio piadoso, algo nuevo sobre los dones y prerrogativas con los que Dios cubrió a María Santísima, Madre de Dios y Madre Nuestra, Reina del Mar.

EJERCICIO DEL MES DE LAS FLORES:

PARA TODOS LOS DÍAS:

Venid y vamos todos con flores a porfía,
con flores a María, que Madre nuestra es.
De nuevo aquí nos tienes, purísima doncella,
más que la luna, bella, postrados a tus pies.
Venimos a ofrecerte las flores de este suelo,
con cuánto amor y anhelo, Señora, tú lo ves.
Por ellas te rogamos, si cándidas te placen,
las que en la gloria nacen, en cambio, tú nos des.

DÍA 27: VIRGEN CONTEMPLATIVA.
"Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón”(Lc 2, 19). Es suficiente esta frase del evangelista san Lucas para definir la personalidad de María, para permitir que nos asomemos al misterio de su corazón.

El corazón representa nuestro propio ser, nuestro mundo interior, lo más íntimo de nosotros mismos.

No es lo mismo vivir desde la mera exterioridad de lo sensorial que vivir desde el corazón.

Quedarse en la esfera del mundo de nuestros sentidos corporales es optar por lo superficial, es vivir sin hondura ni profundidad. Uno existe, sin más. Va de una experiencia a otra sin más calado. Es un desconocido para sí mismo, desconocedor de los otros y de la entraña profunda de los acontecimientos.

Puede sorprendernos caer en la cuenta de la necesidad imperiosa que tenemos de tomar conciencia de que somos corazón. Tomar conciencia de la potencialidad de nuestro espíritu, de las riquezas insospechadas de nuestra alma, del inmenso mundo interior  que hay dentro de nosotros -o que somos nosotros mismos-. Podemos optar por consumir nuestra existencia pasando de un día a otro, de una persona a otra, de un acontecimiento a otro, así hasta que se acabe. O podemos optar por vivir a fondo, desde el corazón, desde la interioridad, entrando en la profundidad de cuanto nos rodea y nos sucede.

Vivir desde el corazón nos posibilita descubrir y asomarnos al misterio maravilloso de nuestra personalidad, de la existencia a la que hemos sido llamados. Nos permite descubrir el don de cada segundo de vida y el contenido que puede aportarnos.

Ofrecemos la flor correspondiente en este día a la Santísima Virgen María: LA ADONIS.

Fruto obtenido de este piadoso Ejercicio Mariano: adquirir un espíritu contemplativo.

ORACIÓN FINAL: ¡Oh hermosa Señora, Reina del Mar, nos alegramos en tu Hijo Resucitado ya que Dios te ha amado tanto para hacerte Hija del Padre, Esposa del Espíritu Santo y Madre de Su Hijo Unigénito!. Amén.


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