Mayo, mes de María

MAYO, MES DE LA VIRGEN MARÍA.


El mes de Mayo, se ha consagrado tradicionalmente a la Madre de Dios. Es costumbre que durante todos los días, se realice el llamado Ejercicio del Mes de las Flores, donde cada día, junto con la flor que se coloca a Sus plantas, le ofrezcamos a la Virgen algo de nuestro ser, algo que nos cueste realizar, un trabajo, una promesa... Igualmente, aprendemos con este Ejercicio piadoso, algo nuevo sobre los dones y prerrogativas con los que Dios cubrió a María Santísima, Madre de Dios y Madre Nuestra, Reina del Mar.

EJERCICIO DEL MES DE LAS FLORES:

PARA TODOS LOS DÍAS:

Venid y vamos todos con flores a porfía,
con flores a María, que Madre nuestra es.
De nuevo aquí nos tienes, purísima doncella,
más que la luna, bella, postrados a tus pies.
Venimos a ofrecerte las flores de este suelo,
con cuánto amor y anhelo, Señora, tú lo ves.
Por ellas te rogamos, si cándidas te placen,
las que en la gloria nacen, en cambio, tú nos des.

DÍA 11: REINA DE LOS APÓSTOLES.

Jesús nos dice a los cristianos: "En el mundo encontraréis dificultades y tendréis que sufrir, pero tened ánimo, yo he vencido al mundo" (Jn 16, 33)

Y el Apóstol San Juan en su primera carta afirma: "Todo el que ha nacido de Dios vence al mundo; y esta es la fuerza victoriosa que ha vencido al mundo: nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? (Jn 5, 4-5)

En la vida de la Virgen observamos como Ella no se arredró ante las dificultades. Nunca se quedó paralizada ni ante los peligros, ni ante las circunstancias adversas, ni ante las mil contradicciones que se fue encontrando en su itinerario vital.

Desde su juventud María da muestras de una fortaleza extraordinaria y nada común. No se detiene ante los riesgos de ser incomprendida, abandonada, juzgada o condenada por los demás. Ni tan siquiera el futuro incierto que se le presenta la hace recapitular o quedarse en el cuarto de la salud. ¿De dónde le viene a María esta fortaleza tan extraordinaria? ¿De dónde esta fuerza para presentar cara a las dificultades sin dar un paso atrás?

No cabe la menor duda que le viene de su fe. Es apoyada, animada  sostenida en su fe como va haciendo frente a todas y cada una de las circunstancias.

Basta con asomarse a los evangelios para descubrir el talante de María. Lo descubrimos en sus palabras, en sus gestos y en su manera de estar presente en los acontecimientos.

Podemos definir el talante de María que es consecuencia y fruto de su fe y de su confianza en Dios. María es entusiasta y optimista.

Pidamos a María esos dos frutos.

Ofrecemos la flor correspondiente en este día a la Santísima Virgen María: LA FLOR DEL ROMERO.

Fruto obtenido de este piadoso Ejercicio Mariano: el entusiasmo y el optimismo que nacen de la fe.

ORACIÓN FINAL: ¡Oh hermosa Señora, Reina del Mar, nos alegramos en tu Hijo Resucitado ya que Dios te ha amado tanto para hacerte Hija del Padre, Esposa del Espíritu Santo y Madre de Su Hijo Unigénito!. Amén.



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