Nuestra Hermandad ha celebrado en estos últimos días el Solemne Triduo que, en honor de su titular, la Santísima Virgen del Mar, Patrona de Almería, prescriben nuestras Reglas, tomando como base el paso procesional de Nuestra Señora del Mar, en el cual fue entronizada para las jornadas previas a su salida procesional, que tendrá lugar en la jornada de mañana, sábado 27 de noviembre, fiesta de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa y víspera del I Domingo de Adviento.
Para la ocasión, como viene siendo habitual y propio de dicha solemnidad, la imagen titular ha sido vestida con su terno de gala, compuesto por saya de tisú de plata bordado en oro, obra realizada en 2017 por el taller de bordados Santa Clara, regentado por don José Luis Sánchez Expósito, así como manto de terciopelo verde bordado en oro por Esperanza Elena Caro, sin datación exacta por pertenecer al ajuar fundacional de la corporación. Nuestra Señora, así como la imagen de su Divino Niño, lucen diferentes atributos de orfebrería como las coronas de plata cincelada y sobredorada, obras del taller de Seco Velasco en 1964, donada la de Nuestra Señora por Salvador Rus, primer hermano mayor de la corporación, según consta en la inscripción de la misma.
El cetro fue estrenado en 2018, realizado a partir de una pieza de orfebrería del siglo XVII, remozada y restaurada por el taller de Alejandro Borrero. El rostrillo, también de artesanía metálica, recuerda en su impronta al que viste la imagen original, completa la iconografía, que se enriquece con diferentes joyas y piezas suntuarias. Este año, como estreno, se contempla una carabela de plata sobredorada, donada por don Jorge Pastor Naranjo, auxiliar de Priostía de la Corporación y Diputado Mayor de Gobierno designado por el Cabildo de Oficiales para tan honrosa labor. También luce otras piezas de joyería que recuerda en sus rasgos principales a la Patrona de Almería. Como detalle iconográfico, la imagen del Niño porta un pequeño gorrión en sus manos, al igual que el Divino Infante de la Patrona Almeriense, que porta un pajarito. Esta representación ornitológica recuerda, en la iconografía medieval y posterior, el alma humana que vuela ansiosa junto a Cristo en su camino de santidad y perfección espiritual.
La imagen, que preside el altar del triduo instalado con candeleros, flores y mesas de credencia para el servicio de la liturgia, figura entronizada en un templete de orfebrería, cedido por la Hermandad Sacramental de Nuestra Señora de la Paz, Patrona de San Juan de Aznalfarache, imagen que suele emplear en sus salidas dicho baldaquino. Sobre la “clara concha” que le forma la peana de plata, la imagen aparece iluminada por los candelabros de cinco luces que, formando parte del ajuar original de la Divina Pastora de Santa Marina, vendidos en 1960 a la Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza Divina Enfermera, forman parte del patrimonio de la Hermandad Sacramental de la Sagrada Lanzada. Jarras en las esquinas y en el centro del paso, cedidas por las corporaciones del Carmen de Calatrava y de Nuestra Señora de la Cabeza de Sierra Morena, con sede en la vecina iglesia de San Juan de la Palma, completan el paso en el que mañana procesionará nuestra amantísima titular.
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